En esta exposición sobre acceso a justicia y acceso a la justicia, la expositora Florencia Zerdá, sostiene que la justicia es bastante patriarcal, por más que tengamos la ley 26485, la ley Micaela, los tratados internacionales, al feminismo en las calles, en las redes sociales, etc., si quienes deben aplicar las leyes no poseen una adecuada preparación con perspectiva de género y libre de prejuicios, no será posible garantizar la obtención de justicia. Y en base a esta apreciación adelanta que realizará una crítica a este Poder Judicial, pero que también sobre el final de su intervención nos compartirá algunas propuestas para lograr una mejor justicia.
Nos trae entonces un primer caso donde una mujer denuncia a su ex pareja por violencia económica, psicológica, entre otras. Al llegar a manos del fiscal este decide solicitar la absolución del denunciado y que le resultó llamativo que la denunciante dijera que se ejercía sobre ella violencia psicológica cuando ambos miembros de la pareja son psicólogos y para ello hizo un paralelo con una pareja de abogados donde uno acusara al otro de manipularlo jurídicamente, dado que ambas partes cuentan con formación en la materia. Este concepto es después receptado por los jueces quien siguen sosteniendo entonces que si sos psicóloga no podés recibir violencia de género en virtud de estos conocimientos específicos.
Luego, el mismo fiscal para completar un concepto atroz y en vinculación con un episodio de violencia sexual consideró que una mera negativa en virtud de una circunstancia médica no era una oposición en si ni es presentar resistencia, cargando sobre la víctima de la violencia quien debe probar que hizo todo lo que se espera de ella por evitar esa relación sexual no consentida.
En otro caso, una mujer es obligada a una revinculación de un niño con su padre, acusado de ejercer violencia sobre la madre, ello a través de una asociación Scrabble que declara en su página web que intervienen en situaciones donde un padre es aniquilado como figura y que se lo hace desaparecer de la vida del niño, además de citar la gran cantidad de denuncias falsas, aún así la justicia toma a esta institución como válida.
También relata el caso de un padre que había sido denunciado por violencia y corrupción de menores, su propio hijo, que fue autorizado a revincularse aún cuando existían informes que desaconsejaban esta situación, el niño claramente no quería volver a ver a su padre, tiene episodios de enuresis cuando el padre se le acerca. En un episodio insólito la jueza sale de su despacho cuando la mujer está siendo entrevistada por la psicóloga del juzgado y le grita delante de las personas presentes que ella “es una caprichosa”. El expediente está ante la Suprema Corte en Provincia de Buenos Aires para resolver esta situación, mientras tanto el denunciado está siendo investigado en la justicia penal por corrupción de menores.
Todos estos casos relatados son ejemplos de un pobre o inexistente acceso a justicia.
Claramente la garantía del acceso a justicia no pasa por el fastidio ante el pedido de audiencias separadas en casos de violencia de género, sin tomar en cuenta que estar en el mismo edificio a la misma hora que el violento genera terror en las víctimas. Tampoco lo es la reticencia a fijar alimentos provisorios o establecer sumas irrisorias como el 3% de las ganancias demostradas por el progenitor, después se preguntan porque las mujeres vuelven con los violentos, es muy sencillo: se mueren de hambre.
El Poder Judicial está plagado de personas que sostienen conceptos antiquísimos que hacen que el acceso a la justicia sea algo de imposible cumplimiento o directamente un como si, accedes a través de un expediente que luego termina haciendo caso omiso a las pretensiones y los consejos profesionales.
En la justicia nacional aún ronda el concepto del inexistente Síndroma de Alienación Parental (iSAP), los prejuicios, las denuncias por abusos sexuales siguen siendo revictimizantes. En la justicia laboral la demora es tremenda con casos que datan de2014, las víctimas no pueden cerrar su historia sin justicia.
En la justicia penal y contravencional están muy presentes los prejuicios, cuenta de una mediación sobre un acto de discriminación a una trabajadora por su condición sexual, la mediadora le preguntó si no se lo habría imaginado, si no habría estado sensible, esa misma profesional tiene un alto cargo en el Colegio Público de Abogados de Capital Federal.
Algunas ideas para mejorar la justicia que nos propone la expositora